Un caso que demuestra cómo la entrega inmediata y el respaldo técnico fortalecen la eficiencia del transporte industrial.
En la industria del transporte y la construcción, la productividad depende tanto de la potencia de la maquinaria como de la velocidad con la que puede entrar en operación.
En un sector donde los equipos pueden tardar hasta cuatro meses en entregarse, cada semana cuenta. Para muchas empresas, la falta de disponibilidad se traduce en retrasos, costos acumulados y pérdida de oportunidades.
Por eso, la entrega inmediata y el soporte técnico local se han convertido en dos factores decisivos para sostener la competitividad operativa.
Disponibilidad: el nuevo desafío operativo de la industria
La Sociedad Cooperativa Cuauhtémoc, dedicada al transporte pesado y manejo de materiales para la industria de la construcción, enfrentó la necesidad urgente de comprar uno de sus equipos principales: un cargador frontal indispensable para mantener su flujo logístico.
Un proveedor habitual de la Mina ofrecía un equipo con buenas especificaciones, pero con un plazo de entrega de hasta 18 semanas. En un contexto donde las operaciones se planifican al día, ese lapso equivalía a una pausa productiva.
A ello se sumaba una preocupación común en el sector: la incertidumbre sobre el desempeño y el mantenimiento de las marcas emergentes, especialmente en el segmento de maquinaria pesada de origen asiático.
El riesgo no estaba solo en la compra, sino en la posible falta de refacciones y soporte una vez el equipo entrara en operación.
Cuando la decisión depende del tiempo
Ante la urgencia, Nexuply, a través de su división CAPEX, analizó las condiciones del proyecto y propuso una alternativa que respondía a los tres criterios clave: entrega inmediata, calidad técnica y respaldo local.
El equipo recomendado fue un cargador frontal LiuGong, disponible en inventario nacional y respaldado por componentes globales de alto desempeño:
- • Motor Cummins, reconocido por su confiabilidad y eficiencia.
- • Transmisión y diferenciales ZF, con durabilidad comprobada en trabajo continuo.
- • Sistema hidráulico Kawasaki, diseñado para máxima precisión y menor consumo energético.
El proceso incluyó asesoría técnica, demostración en campo y verificación directa de refacciones. Con esto, Nexuply eliminó la principal barrera de decisión: la falta de certeza sobre soporte y mantenimiento. El cliente no solo adquirió un equipo, sino una solución integral que aseguraba continuidad operativa desde el primer día.
Respaldo que genera confianza
El cargador LiuGong fue entregado en una semana y se dio la capacitación necesaria para su correcto funcionamiento, reduciendo un plazo de espera de 18 semanas a solo 10 días. La rapidez no fue el único beneficio: el costo total representó un ahorro estimado de 4 millones de pesos frente a un equipo equivalente de la competencia.
El soporte técnico nacional, con una disponibilidad de refacciones del 97 % anual, reforzó la confianza del cliente en la maquinaria y en el modelo de servicio de Nexuply.
La combinación entre disponibilidad inmediata, asesoría técnica y mantenimiento posventa consolidó una relación basada en resultados medibles: productividad constante, menor incertidumbre y eficiencia sostenida.
Continuidad como cultura operativa
Más allá del equipo, este caso refleja una transformación en la forma de entender la inversión industrial.
Hoy, la ventaja competitiva no está solo en la tecnología, sino en la capacidad de respuesta y el respaldo local que el proveedor puede ofrecer. Nexuply integra ambos factores, conectando conocimiento técnico, logística y servicio en una sola estrategia de continuidad.
Porque en la industria, la productividad no espera. Y Nexuply asegura que sus clientes tampoco tengan que hacerlo.
¿Tu operación depende de equipos que no pueden detenerse? Conoce cómo Nexuply combina tecnología, soporte técnico y disponibilidad inmediata para mantener la continuidad industrial.